lunes, 14 de noviembre de 2016

Ghost in the Shell, deseo ferviente

Ghost in the Shell Motoko manga


Ya dije anteriormente que quiero ser un cyborg. Si a eso le añades que me encanta la ciencia ficción, el cómic, manga, la fantasía en general y las mujeres poderosas en particular, no tiene nada de extraño que desee ardientemente con todo mi corazón ver la peli Ghost in the Shell.

En algunas maravillosas ocasiones alguien engendra en su cerebro un universo que constituye un filón argumental tan potente como Ghost in the Shell, que da para crear un manga, y dos más, tres películas animadas, una serie de televisión con dos temporadas, dos películas que resumen dicha serie, varios OVA (vídeo especial de animación, un anime como un capítulo más), más películas de esos OVA y cuatro videojuegos. Ahí es ná.

Esto nunca ocurre por casualidad. Mis respetos a  Masamune Shirow.

Ghost in the Shell Motoko Kusanagi

El tráiler de la película ha impactado, os invito a verlo: haz clic aquí si quieres disfrutar. En caso de que You Tube te dispare un anuncio no dejes que te corte el rollo. 

Ghost in the Shell Trailer Image


La verdad es que Scarlett Johansson está estupenda. Aunque ella es explosivamente humana, su papel de Viuda Negra en Los Vengadores, rusa, fría y repartiendo leña cuando hace falta, le ha ayudado enormemente a que no nos choque verla en estas lides. No obstante detecto que ese toque terrenal le será muy útil para darle trascendencia al personaje cyborg, cuando empiece a hacerse preguntas incómodas como en Blade Runner.

Aunque, por otro lado, hay gente cabreada que se pregunta por qué no han escogido a una actriz japonesa, y ser así fiel al personaje y a la obra.




Espero que mis altas expectativas se vean satisfechas. Si no, que no hagan tráiler como estos. Por otro lado no sería la primera vez que el tráiler es bueno y la película no. En fin, ya veremos

sábado, 15 de octubre de 2016

¿Comes droga?


Homer Simpson huyendo de alimentos adictivos

Alimentos adictivos

Algunos alimentos son droga. Puede parecer la típica afirmación exagerada con la que nos justificamos cuando no tenemos voluntad suficiente para parar de comer y seguimos, y seguimos haciéndolo. Pero no, es que los diseñan así. Son los llamados alimentos adictivos.
Hace años hubo un escándalo monumental en USA porque se demostró en los tribunales que uno de los lobbies más importantes, la industria del tabaco, había investigado y creado a sabiendas cigarrillos más adictivos añadiéndoles ciertas sustancias químicas expresamente para ello. El caso concreto del proceso Brown & Williamson se recrea en la excelente película The insider.

Cómo los alimentos adictivos se llevan al huerto a tu cerebro



Homer Simpson sobre alimentos adictivos


Al igual que ocurre con el tabaco, la industria de los alimentos quiere elaborar productos que sean del gusto del consumidor, y para eso tiene un arma secreta: seducir a nuestro cerebro. Nuestro cerebro, el manager de nuestro cuerpo, también tiene sus debilidades: Le encanta la comida con mucho sabor, cuyo gusto perdure en la boca, y si puede ser, cremoso, con textura. ¿Y cómo lo consigue la industria? Añadiendo potenciador de sabor y grasas, pero eso sí, que sean indetectables, porque si no, te saciarías enseguida, te parecería grasiento y comerías poco. Para ello utilizan el glutamato monosódico, un nuevo sabor creado químicamente (el umami), y grasas diseñadas artificialmente. A veces naturales, pero baratas y nocivas, como el aceite de palma. 
Homer Simpson mordiendo alimento adictivo

Así se llevan al huerto a tu inocente cerebro, como ocurre con la cocaína u otras drogas. Eso significa que casi la totalidad de los alimentos procesados que encontramos en el supermercado tienen un aporte calórico muy superior, si los comparamos con los que compraban nuestras madres en la época del cuéntame. Y además, te hacen adicto. No es casualidad por tanto que la nueva pandemia del siglo XXI sea la obesidad.

Para más inri, las grasas de este tipo no aportan nada, sólo calorías vacías, a diferencia de otras como el aceite de oliva, el omega 3 o las de los frutos secos, que tienen vitaminas y otros elementos beneficiosos. Aquellos bollos de pueblo que incluían panceta en su composición se desecharon porque las grasas animales producían colesterol, pero las han sustituido por otras artificiales peores, que producen grasa parda en tu abdomen, que obliga a tus pobres vísceras a vivir mal y trabajar en ambiente tóxico.

Solución contra los alimentos adictivos: Las truco-recetas de Miki Blue


El asunto está en que ir a comprar alimentos frescos es caro, y además en determinados casos tardas mucho en cocinarlos. Necesitamos una solución, amigos. No podemos depender de los precocinados y también quiero tener tiempo para tomarme un vino en el bar antes de comer. ¿Solución contra los alimentos adictivos? Las truco-recetas de Miki Blue. Hoy empezamos con una.

Salgo del gimnasio a toda prisa porque me he entretenido hablando con mi amiga de su nuevo ligue. Es sábado y se me echa la hora encima. Ya no puedo prolongar los aperitivos hasta las 8 de la tarde como antaño. Así que me voy al súper sudada y pillo rauda y veloz:

Caldo Aneto Pollo, arroz integral brillante, curry y pimienta Carmencita


  •          Caldo de pollo aneto (brick pequeño de medio litro)
  •          Carne de pechuga de pavo (no lonchas de esas, ¡eh!, pavo de verdad. Viene en bandeja en el súper, no tienes que hacer cola en la pollería y pegarte con las viejas), medio kilo
  •          2 cacitos de arroz integral brillante (no se nota que es integral, está ya hecho, y se puede saltear en sartén. Por cierto, no se nota la cáscara del grano, ¿será totalmente integral? Sospecho que no, pero bueno)
  •           Curry y pimienta
  •           3 o 4 cucharadas de aceite de oliva

Truco-receta de Miki BlueY luego, muy fácil. Salteas el pavo troceado con sal y pimienta en un wok o en una sartén grande que no se pegue, le echas sal y pimienta, y cuando esté haciéndose, polvo de curry de manera generosa y remueve todo el rato. Cuando esté ya casi hecho, añade los dos cacitos de arroz integral brillante, removiendo para que se desmenuce bien, y echa curry otra vez. Si ves que lo necesita, una cucharadita más de aceite. Se va haciendo, y para que no se quede como una plasta, echa un chorrito del caldo de pollo. Remueve. Luego ya, si te gusta más caldoso, echa un pelín más de caldo. Apagas el fuego y dejas que se haga con el calor remanente, removiendo, y lo apartas. Genial, ya está, tiene una pinta increíble y me puedo ir de aperitivo tranquilamente. Después de tres Ribera de Duero y una buena conversación vuelvo a casa, y no me han dejado casi nada. Buena señal.


Salvo que engañen en la composición química o nutricional del producto, nada tiene grasas añadidas. Sólo las cucharaditas de aceite de oliva que eché. Nutritivo, sano y rico.


Ahora sólo queda tirar la droga a la basura, o sea, la bollería industrial de la despensa. Y estar atento, porque al glutamato monosódico lo llaman de muchas maneras diferentes, y no te enteras que lo estas tomando.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Tan sólo una mirada

Dolce Far Niente Auguste Toulmouche

Mirada sobre Auguste Toulmouche


Hay veces que sobran las palabras, porque la imagen lo transmite todo. Sólo que, en este caso es pintura, lo que tiene a mi juicio mucho mayor mérito. Eso es lo que me ha pasado al descubrir a Auguste Toulmouche y echar una mirada a su obra. Estoy enamorada de estas señoritas y de lo que se adivina tras sus gestos.

Estas muñecas (fue Emil Zolà quien las denomino Toulmouche's delicious dolls), fueron criticadas por considerar que representaban la superficialidad de una clase social y época, en vez de potenciar otros valores más elevados, como la familia y el esfuerzo (ensayo de Philip Hamerton’s en1895). Sin embargo, este análisis me parece una simpleza. La postura de la joven y el título del cuadro, “Dolce far niente” parece que describe la holgazanería de una chica acomodada, pero su semblante no me transmite hastío, sino un deprimente desasosiego interior del que no puedes escapar. Quizá la modelo de Auguste Toulmouche no perteneciera al mundo que su ropaje nos sugiere.

The Reluctant Bride Auguste Toulmouche

Si no, que se lo pregunten a esta protagonista, a la que intentan convencer para que se case ("The reluctant bride"), tal y como estaba previsto. Auguste Toulmouche ha captado el momento como si de una fotografía se tratara. La mirada de la novia, si pudiera, te mataría, por obligarla a hacer algo que no quiere. Los matrimonios de conveniencia eran habituales en la época. Me ha hecho recordar “El sí de las niñas” de Leandro Fernández de Moratín, lo que me ha llevado a descubrir que sigue ocurriendo incluso en países desarrollados, como Estados Unidos. Si quieres saber, pincha en este link, que a mí se me ha puesto mal cuerpo.

Young woman in an interior Auguste Toulmouche

Esta “Young woman in an interior” ha recibido una nota, y su rostro y semblante destilan alivio, e incluso diría que esperanza e ilusión. Las heroínas de las novelas de Jane Austen se ven sometidas a desagradables malentendidos, muchas veces difíciles de aclarar porque los condicionamientos sociales hacen imposible preguntar directamente ciertas cosas. En ocasiones tan sólo una mirada bastaba.

Vanity Auguste Toulmouche

Mira, que quieres que te diga, si tienen que hablar, que hablen, los haters van a odiarte de todos modos, pero un poco de Vanidad y darnos un beso todas las mañanas no puede hacer daño ("Vanity").

No he encontrado mucha información acerca de Auguste Toulmouche, sobre qué pensaría o qué pretendía, si sólo buscaba mostrar la belleza banal, o si le incomodaba tanta frivolidad. Pero sí bastante gente aventurando sobre ello. Sólo por eso, mi máximo respeto.









lunes, 12 de septiembre de 2016

Septiembre

Septiembre siempre ha tenido fama de melancólico.
Quizá sea el cambio de estación en esos países que sólo ven el sol durante la época de estío, y luego les aguarda una sucesión de meses grises y lluviosos. 

enfrentarse a septiembre


O por ser el final del verano, en el que vivimos aventuras imposibles de reproducir después. Pero no comparto la filosofía del wake me up when september ends. Nada que ver conmigo. Aunque te duermas, las cosas no van a desaparecer, hay que enfrentarse a ellas.


Sin embargo, hoy, septiembre, justo el día que anuncia un cambio brusco de temperaturas, que el aire huele a humedad y que ¡al fin! va a llover (odio el sol, este país es un secarral), he sentido “algo” parecido al mirar el armario.

Y me he dado cuenta de que quiero tirarlo todo.

Lo que vamos guardando año tras año, ropa, trastos y mierdas varias, siempre está conectado a emociones y recuerdos. De hecho es la base del “trastorno por acumulación”, que no es lo mismo que el síndrome de Diógenes.



Hay ropa de cuando estaba gorda, de cuando estaba flaca, de cuando vestía de colorines y escribía cuentos, clásica de trabajar en bufete de abogados, urbana de diseñador, gótica, de señora, de chica, de deporte, barata, cara, elástica, coraza, para tapar, para mostrar, para salir, para estar en casa. Agotador.

Desde luego, si el atuendo habla de ti, yo no sé quién soy. Tal vez la chica de ningún lado.

Quiero tirarlo todo, renovar el armario y olvidar. Creo que lo puedo conseguir.

gane a septiembre

sábado, 30 de julio de 2016

Olvidar es bueno

Desde hace algún tiempo vengo notando que tengo memoria de pez. Todo se me olvida. Es cierto, no recuerdo películas y libros que leí hace años. Pero hoy he descubierto una gran ventaja: volver sobre ellos es como si te adentraras en la historia por vez primera. Y es estupendo. Olvidar es bueno, porque el tiempo nos cambia, y las sensaciones y reflexiones que te producen son distintas. Emocionarse otra vez. ¡Maravilloso!.

La Princesa Mononoke - Ashitaka


Acabo de ver "La princesa Mononoke.La vi en su día con mi primer novio, allá por el Pleistoceno (¿veis cómo olvidar es bueno? -risas-). Y recuerdo que me gustó. Sin embargo ahora me ha encantado. Nada más empezar, con sus bellos parajes y colores, la tribu de la que procede el protagonista, Ashitaka, encendió una chispa en algún lugar de mi cerebro. Recuerdo unos libros que se llamaban “Dime por qué, dime qué es, dime dónde está”, que hablaban de los aínoslos pobladores originarios de Japón. 

Etnia Ainu - Japon
Decían que no eran asiáticos, sino de origen caucásico, y me puse a buscar como una loca en internet para ver si estaba en lo cierto. Ahora los llaman Aínu, quedan muy pocos, y están muy mezclados con la población mayoritaria. Pero coincide con lo que yo sospechaba. Sus indumentarias eran parecidas a otras etnias de tipo paleolítico, el animismo como religión y el modo de vida similar al de la última glaciación. Para que os hagáis una idea, es el mismo rollo de la tribu de la peli "Hermano Oso" de Disney.

Cuando el humano deja de ser paleolítico y se convierte en moderno, neolítico, o sea, agricultor, ganadero y metalúrgico, el choque de culturas es brutal y el impacto medioambiental despiadado. Y todo ello produce violencia. La violencia drama y resentimiento. Y eso te lleva al lado oscuro. Pero ¡eh!, no cambiemos de peli, ¿vale? (risas)

La Princesa Mononoke - San

He de confesar que me ha dejado con un poco de desasosiego, pues transmite a la perfección la naturaleza del ser humano, capaz de cosas buenas, pero por lo general bastante despiadado y destructor. Pero esa ambivalencia de luz y sombra, de ying y yang, también la tiene la Naturaleza, que conste. Que todo te lo da y todo te lo quita si le apetece, con un buen tsunami o cualquier otro evento aniquilador. A ver si vamos a pensar que el hombre tornó de recolector a productor por capricho. El asunto está en llegar a un equilibrio y que todo pueda convivir. Esa sería la moraleja de la película, creo. La historia te transporta. La dirección de arte te deja sin aliento, al menos a mí, aunque pueda parecer antigua para los amantes del anime actual. También es dura a veces, pero muy bien traído, y nada comparado con las orgías carniceras que hay ahora.

La princesa Mononoke - kodamas


No hace falta filosofar como yo para disfrutarla, que conste. Hay una heroína genial, que es la princesa. Fuerte e indómita. Y esos espíritus del bosque típicos de Japón, kodamastan monos, con carita de fantasma. Son tan bonicos que me los llevaba a mi casa, aunque a alguna gente le dan miedo o mal rollo.
La princesa Mononoke - Lady Eboshi
Me agrada el hecho de que haya muchos personajes femeninos fuertes e importantes, como Lady Eboshi o la Diosa Loba de nombre Moro. Mola. Un placer. Olvidar es bueno, pero en adelante la voy a recordar, creedme.



martes, 12 de julio de 2016

Realidad Virtual

Ayer experimenté por primera vez Realidad Virtual con varios HMD, o sea Head Mounted Displays, literalmente pantallas montadas sobre la cabeza. No, no eran pamelas raras para llevar a Ascot, sino “dispositivos capaces de proporcionar una experiencia virtual totalmente inmersiva”, utilizando el móvil y unas gafas, como las Google cardboard, o el alucinante Oculus Rift CV1, que incorpora además casco y auriculares.
Si ya es impactante la realidad aumentada, en la que seguimos viendo nuestro entorno pero se superpone información en tiempo real, (como en el nuevo Pokemon Go que lo está petando ahora mismo), sinceramente esta palidece frente a la realidad virtual.
Pokemon Go realidad aumentada

La noción que marca la diferencia realidad virtual vs realidad aumentada es el concepto de presencia. Cuando lo mencionó la ponente de la master class mi imaginación voló hacia un espíritu de ultratumba. Es lo que experimentan algunas personas como fenómenos paranormales. Sentí una presencia, dicen. Pero no, no es eso. (Risas)
La presencia es ese fenómeno por el cual los estímulos que percibimos por parte de esa realidad inventada no son distinguibles de los verdaderos. Esta definición es de cosecha propia, podéis contrastar y profundizar aquí un poco más. Hay grados, por supuesto. Pero existe. Así, vimos ayer como personas experimentando mediante realidad virtual que buceaban debajo de un lago helado, llegaban a sentir frío. Y eso que la experiencia no llevaba incorporada una bajada de temperatura. Era sólo sugestión, pero el usuario creyó que era un efecto adicional a la experiencia, y que formaba parte de la instalación.
Chica con Oculus Rift

Si podemos engañar a los sentidos de esa manera, el siguiente link que hace mi cerebro es que todo lo que percibimos de la realidad puede ser mentira. Como en Matrix. Realicé ese comentario en voz alta y estoy segura que varios pensaron que era una friki loca. Nada más lejos. Llevamos preguntándonos eso muchísimo tiempo. La Filosofía lo trata en la Epistemología. También Descartes en su Teoría del conocimiento sensible, en la que duda sobre como distinguir entre el sueño y la vigilia, al igual que Segismundo en La vida es sueño, de Lope de Vega. Son, por tanto, temas eternos, y la realidad virtual es una manifestación más.

Si nuestra existencia es, o creemos que es una porquería (porque hay mucha gente amargada que se engaña a sí misma, no necesita realidad virtual para engañarse), tendremos la posibilidad de alejarnos de ella, y si no queremos utilizar la duda metódica como Descartes, podremos elegirla como verdadera, y así obtener un 100% de presencia. Pero al final, la elección siempre la tendremos nosotros. ¿Qué quieres la pastilla roja o la azul? Como Morfeo le dijo a Neo en Matrix.

The Matrix Morfeo con Neo

miércoles, 29 de junio de 2016

El rastro digital del votante

Well behaved women rarely make historyLas encuestas y sondeos de votos han fallado estrepitosamente. Hay quien augura la muerte de la demoscopia, porque eso de preguntar a la gente, que además miente si le apetece, es cosa del pasado.
Las grandes empresas toman decisiones sobre productos en base a los comportamientos de sus clientes. López Zafra en su blog Big Data, anima a seguir ese ejemplo en las predicciones de voto, y cita el caso de Netflix y Octo Telematics.
Pero claro, mi admirada Netflix tiene suscriptores, y Octo Telematics, empresa de seguros, los datos de la pericia de los conductores, que recibe a través de un dispositivo instalado en sus vehículos.

Cuando tú compras un bien o servicio es porque lo quieres, lo necesitas o crees que lo necesitas. Si además los ofertantes o vendedores tienen tus datos de cliente, saben dónde vives, edad aproximada, información de hábitos de pago con tarjeta, y otras muchas cosas más que no sabemos, caramba, tienen bastante información para acertar en lo que deseas o en predecir tu comportamiento. Dejas un rastro, una huella para analizar
Por tanto, si queremos saber qué va a votar la gente tendremos que analizar sus datos y la huella ideológica del mismo.
Pero, ¿qué rastro digital deja el votante? ¿Miramos sus comentarios en twitter? Lo cierto es que a menudo están exagerados, o actúan con avatares. Claro que, mirando la IP desde la que se conecta más frecuentemente podemos saber dónde vive o trabaja, lo que nos da indicios de su poder adquisitivo o clase social. Mas la vida no es twitter, y la mayoría de la gente no está en esa red social. ¿Entonces?
Monton de votos si o no

También podría darnos pistas comprobar los periódicos que lee en internet la persona en cuestión. Lo malo es que, si eres libre pensadora como es mi caso y lees en distintas fuentes, ¿cómo sabemos la tendencia que le resulta más simpática? ¿A la que más frecuente acude?

Otra cosa que se podría hacer sería poner chips invisibles a los periódicos del kiosko, disfrazados de pegatina/cupón, (risas), y ver en qué casa aterriza, porque como se paga en efectivo es más difícil saber acerca del adquirente, ¿no? (más risas).
¡Ah espera! Los periódicos tienen también datos de sus suscriptores, por venta de periódicos o por chorra-promociones variadas, así que podemos intuir la ideología del sujeto. Como el negocio de los periódicos está de capa caída, seguro que sus dueños aceptarían de buen grado la venta de esos datos. Es morir o sobrevivir. Y las teles también. Si ves mucho la Sexta, ya sabemos de qué pie cojeas amigo, ¿eh? Pues la verdad, no siempre es así.

Hace no mucho oí que unos inocentes electrodomésticos como tostadoras, llevaban chips con propósitos similares a la broma del chip/cupón sin que los consumidores lo supieran. No es conspiranoia, el internet de las cosas está ya aquí y lo venden como la panacea.

Todo esto es bastante inquietante, y sin duda el sueño de cualquier poderoso. Un anillo para gobernarlos a todos y sin que se den cuenta.
El Leviatán de Hobbes
Leviatan Hobbes
o el anillo único de Tolkien, qué más da.

Hay una pequeña luz de esperanza, creo. Tú compras el bien o servicio porque quieres, lo necesitas o crees que lo necesitas. Sin embargo, el voto no es un bien o servicio. Muchas veces no votas lo que quieres. Votas en contra, esto es, para que no salga fulano o mengano. Es como si compraras, no lo que necesitas, sino algo diferente, el mal menor, que tampoco es exactamente lo opuesto a lo que deseas. Espero que esta pequeña operación sea de momento demasiado complicada para ser analizada en términos de ceros y unos o en modo if/not. Y que no le pregunten al algoritmo de Google por favor. Algunas veces dan ganas de tirarse al monte para escapar de los tentáculos que intentan agarrarte, la verdad.